Apoyo de la función normal de la vejiga.

Combinación de tres plantas muy eficaces en las infecciones del tracto urinario. Está indicado en cistitis recurrentes.

La gayuba es, sin duda, la mejor planta para tratar las cistitis recurrentes, siendo empleada desde la Antigüedad para estos fines. Su acción se debe al heterósido hidroquinónico que contiene arbutósido. Tiene una demostrada acción antibacteriana de las vías urinarias, así como una acción diurética, estudiada en muchas experiencias y ensayos. El arbutósido es un antimicrobiano muy específico del tracto urinario. Se hidroliza en el intestino por acción de las bacerias intestinales, dando lugar a la hidroquinona, que se elimina por vía renal, en forma de sulfato y glucurónico.
El hibisco, también llamado Rosa de Jamaica, es originario de Egipto, aunque ya se cultiva en muchos lugares del mundo. Es una planta muy rica en vitamina C, con un alto contenido en sus flores, que es la parte más activa y la que se usa normalmente. Pertenece a la familia de las malváceas. Se usa como bebida refrescante hecha con las flores en muchas partes del mundo y en diferentes formas. Contiene vitamina C, muchos ácidos como cítrico, málico o tartárico. Rico en antocianos y otros polifenoles, como quercetina y muchos otros. También es rico es polisacáridos mucilaginosos y pectinas (arabinogalactanos) y aceites esenciales. Sus acciones son múltiples cubriendo un gran abanico terapéutico. En este caso, se han tenido en cuenta sus propiedades antibacterianas, diuréticas y antiinflamatorias, aplicadas a las infecciones de las vías urinarias. No obstante, se sabe que es activo frente a la hipertensión, inhibiendo la ECA, y que posee una acción hipolipemiante. Es un buen diurético, laxante suave, antiespasmódico, anticatarral, antihelmíntico, adelgazante, antioxidante, digestivo, antiinflamatorio intestinal, ansiolítico y antiestrés, antidiabético y protector hepático. Por tanto, es especialmente útil en las infecciones bacterianas como las cistitis recurrentes. Teniendo en cuenta que muchos de los antibióticos empleados han creado fuertes resistencias por parte de las bacterias, la alternativa natural resulta muy eficaz e incluso se podría combinar con antibióticos como la fosfocina o la nitrofurantoina, que crean solo u 3,6% de resistencias según estudios científicos. Las flores de hibisco, y en forma de extracto con más eficacia, inhibien el crecimiento de Escherichia coli y Candida albicans. También algunos estudios han corroborado que es activa frente a Staphylococcus aureus, Klebsiella pneumonae, Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter baumannii, Bacillus stearothermophilus, Micrococcus luteus, Serratia marcescens, Clostridium sporogenes. Esta acción antibacteriana se debe principalmente a los diversos flavonoides como, por ejemplo, Gossypetin y a los ácidos fenólicos. Estudios realizados con Gossypetin han demostrado también su capacidad antiproliferativa, como ocurre con otros flavonoides, como, por ejemplo, la quercetina estudiada en carcinoma hepático. También se ha corroborado que Gossypetin es un potente antioxidante y antirradiación. Otros estudios han concluido que debido a su alto contenido en fibra soluble (cercano al 5%) aumenta el volumen intestinal, reduciendo la entrada de glucosa en sangre y controlando la secreción de insulina. Aumenta la producción de ácidos grasos de cadena corta en el intestino con las consiguientes consecuencias positivas en el intestino.
El arándono rojo americano ha sido muy estudiado en diversos ensayos a doble ciego, habiéndose demostrado su eficacia indiscutible en afecciones infecciosas de la vejiga, cistitis (crónicas, recidivantes y agudas). El 50% de las mujeres padecen alguna vez en su vida esta infección y el 25% de las mujeres padecen cistitis recurrentes. Estas infecciones están normalmente causadas por la bacteria Escherichia coli, que se adhiere a las paredes del tracto urinario por medio de las llamadas fimbrias, prolongaciones parecidas a cilios que la ayudan a la fijación. Debido a la presencia de un principio activo, tipo tanino, llamado protoantocianidinas tipo A, el arándono rojo es capaz de atacar a las fimbrias de la bacteria e impedir su fijación en las células uropiteliales de la pared de ltracto urinario, siendo éstas eliminadas sin que puedan actuar y producir la infección. Se ha demostrado que tras la toma del arándono rojo disminuyen los leucocitos y el número de bacterias en orina, lo que demuestra que cede a la infección. En el tracto urinario existe de forma natural como una glicoproteína, llamada glicoproteína de Tamms-Horsfall, que se ha visto que en las personas con infecciones del tracto urinario está baja. Se sabe que esta glicoproteína, junto con diversos glicosaminoglicanos, contribuye a la salud del tracto urinario ya que evita la fijación de las bacterias a las paredes. Esta misma acción es la que lleva a cabo el arándono rojo.