Activador metabólico.

Gran apoyo para controlar la grasa corporal y mantener un peso saludable. Ayuda importante en la pérdida y control de peso. 

Apoyo natural sin efectos secundarios para conseguir eliminar grasa, especialmente la grasa abdominal.
Actúa estimulando la enzima AMPK, relacionada con la pérdida de lípidos corporales, un mejor aprovechamiento energético a partir de los carbohidratos y destrucción de grasa, especialmente abdominal.
También hay un mecanismo de activación tiroidea junto con una inhibición de las enzimas alfaamilasa y lipasa, que reduce la absorción de estos principios.

La obesidad provoca una morbilidad y mortalidad significtivas debido a los trastornos relaciones con el peso y un estilo de vida sedentario. El control del peso corporal siempre está asociado a unos hábitos saludables, que incluyen una alimentación correcta adaptada a las necesidades de cada persona, como la práctica regular del ejercicio. La investigación científica, en búsqueda de la relación entre actividad física y salud, ha evidenciado que la actividad física es un elemento regulador del metabolismo. El metabolismo es el responsable de la producción de moléculas y almacenamiento energético y, también, de la degradación de sustancias y del gasto de energía. En el centro de este sistema coordinado de movilización de materia y energía se encuentra una enzima que se considera un regulador clave del metabolismo: la AMP quinasa activada o AMPK.
La AMPK es también conocida como “regulador metabólico principal”, activa los mismos procesos metabólicos que produce la práctica de ejercicio o la restricción calórica y que producen la combustión de grasa para la producción de energía. Esta enzima actúa a nivel de hígado, músculo esquelético y cerebro, influyendo en la utilización de la glucosa y el apetito. La activación del metabolismo, inducida por la AMPK, supone una renovación celular que se traduce en el reciclado de los orgánculos viejos de la célula, así como en el reemplazamiento de proteínas musculares contráctiles.
Este mecanismo de acción es el que se produce cuando se realiza ejercicio de resistencia y cuyos efectos son:

• Mejora del rendimiento muscular.
• Ayuda a la pérdida de grasa visceral.
• Estimulación de la renovación celular.

JIAOGULAN (Gynostemma pentaphyllum)
Gynostemma pentaphyllum es una planta utilizada en la medicina asiática, llamada Jiaogulan o “planta de la inmortalidad”. Fue usada en el asma y bronquitis, en migrañas y neuralgias, para reducir el colesterol y los triglicéridos, como adaptógeno, para estimular las defensas, para reducir la tensión arterial elevada o en la diabetes.
Una de sus más resaltables acciones es su implicación en activar la AMPK. Esta enzima activa la combustión de las grasas y la absorción celular de la glucosa. En 8 semanas, los sujetos animales que fueron tratados con esta planta, en una experiencia científica, mostraron un gran descenso en todos los marcadores relacionados con la obesidad y con las enfermedades asociadas. Disminuyó un 8,1% el peso corporal, un 10,3% la grasa profunda, un 45,5% la grasa abdominal, un 18,8% el volumen hepático y un 14,2% la colesterolemia.
En solo 4 días de tratamiento los sujetos animales mostraron una reducción de triglicéridos del 33%, un 13% del colesterol total, un 33% de LDL y un 20% de glucemia postprandial.
En otro estudio con sujetos animales diabéticos, con un tratamiento de 3 semanas, mejoró la tolerancia a la glucosa un 35% y se redujo la producción de glucosa y glucógeno en el hígado.
Todos estos efectos los han relacionado los científicos con la activación del AMPK, que reduce los azúcares y las grasas circulantes.
El AMPK, que disminuye con la edad, es una enzima clave en el metabolismo y está relacionado con la longevidad. Aumenta la duración de la vida, de ahí su nombre “planta de la inmortalidad”.
La estimulación de esta enzima provoca los mismos efectos que la restricción calórica, disminuyendo las grasas, estimulando la oxidación de éstas, aumenta la sensibilización a la insulina y modula la secreción de insulina por las células beta del páncreas, provocando una mejor absorción y utilización de la glucosa. También modula el colesterol y los triglicéridos.
Es decir, actúa sobre el metabolismo de grasas y carbohidratos mejorando la distribución y uso de estos, por tanto, es muy útil en la diabetes, síndrome metabólico y afecciones inflamatorias en general. Se sabe que activa la enzima SIRT1 (la sirtuina 1 está relacionada con la sensibilización a la insulina y a la longevidad) y el gen P53, que es un supresor tumoral.

HIGO (Ficus carica)
Contiene ABA (ácido abscínico). Se ha descubierto que este ácido interviene muy activamente en el metabolismo de los carbohidratos mejorando la tolerancia a la insulina y haciendo que se gestionen mejor los carbohidratos, evitando su acumulación en forma de grasa. Además, se ha visto que tiene mucha relación con una buena adaptación al estrés.

FUCUS (Fucus vesiculosus) Y UVA (Vitis vinifera)
Reducen la actividad de la alfaamilasa en más de un 50% y la actividad de la lipasa en más de un 70%.
Ensayos con sujetos humanos demostraron que el fucus junto con la uva redujeron hasta un tercio la actividad de la lipasa y hasta dos tercios de la amilasa. Por tanto, esta reducción en la absorción de carbohidratos y lípidos induce a una pérdida de peso.

ACCIÓN TERMOGÉNICA DEL YODO
El yodo juega un papel fundamental en las reacciones catabólicas o de degradación del metabolismo en las que consume energía. Forma parte de la estructura y actividad de las hormonas tiroideas T3 y T4 que están implicadas en la activación general del metabolismo y la estimulación de la termogénesis, ya que favorecen la degradación de los carbohidratos y las grasas para producir calor, es decir, el yodo a través de estas hormonas activa el metabolismo basal del organismo. No obstante, si la persona presenta trastornos tiroideos se aconseja consultar a un profesional de la salud antes de tomar este complemento nutricional. El aporte de yodo no supera la cantidad diaria recomendada.

LACTOBACILLUS GASSERI
Es un probiótico que proviene originalmente de la leche materna. Es principalmente conocido como probiótico ya que refuerza las defensas naturales.
Investigadores japoneses han puesto en evidencia los beneficios del Lactobacillus gasseri en la pérdida de peso. Han realizado un estudio para examinar su impacto sobre la obesidad. El ensayo clínico fue realizado sobre 87 sujetos que sufrían un exceso de grasa abdominal. Solo en unas semanas, los sujetos que habían ingerido el Lactobacillus gasseri habían perdido de media 4,6% de grasa abdominal y 3,3% de grasa subcutánea. Su peso había disminuido un 1,4% y la talla de su cadera un 1,8%.
La presencia de Lactobacillus gasseri en los intestinos ayuda naturalmente a: reequilibrar y cuidar la flora intestinal, reforzar el sistema inmunitario, facilitar la digestión y la eliminación de grasas, mejorar el metabolismo para que presente menos acumulación de grasa y favorecer la pérdida de peso.